Si bien una gran mayoría de estos edificios son oficinas, la tendencia actual es a que todas las construcciones se conviertan en edificios inteligentes: tanto viviendas como naves industriales, espacios deportivos, culturales, de ocio, sanitarios y de administración pública y privada.
En los proyectos de edificios inteligentes se involucran en su construcción o adecuación profesionales de diversas disciplinas, no solo arquitectos o ingenieros civiles, también ingenieros de telecomunicaciones o informáticos, industriales y otros técnicos, que pueden integrar en las instalaciones los sistemas necesarios de automatización.
Estos sistemas de automatización incluyen la domótica y la inmótica, que dan la posibilidad de monitorizar el funcionamiento integral del edificio, control y seguimiento continuos, y la centralización de los datos para su supervisión.
¿Para qué sirve un edificio inteligente? Sirve para integrar en sistemas remotos de control factores como la climatización, la electricidad, la iluminación, la seguridad, el control de acceso, telecomunicaciones y multimedia, así como elementos informáticos, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética.
Es así que un edificio inteligente incorpora una diversidad de tecnologías, entre ellas el análisis predictivo e Internet de las Cosas (IoT). Con estas tecnologías es posible integrar sistemas de control y anticipar problemas de cualquier tipo, para ejecutar las soluciones lo más pronto posible.
Si aún no entiendes para qué sirve un edificio inteligente, te explicamos más detalladamente lo que los caracteriza: